En los principales sitios de venta en línea se puede adquirir un conductivímetro o una pluma TDS por unos pocos euros. Estos medidores se presentan erróneamente como medidores de la calidad del agua, cuando sólo permiten demostrar la conductividad más o menos buena del agua.

La conductividad del agua es directamente proporcional a la cantidad de sólidos disueltos en el agua, es decir, a las sales minerales en su forma iónica (y no a la materia orgánica o a los diversos contaminantes). Así, cuanto mayor sea la concentración de minerales y oligoelementos disueltos, mayor será la conductividad.

Estos dispositivos no detectan la presencia de contaminantes.

Por lo tanto, la concentración indicada por estas herramientas antes de la filtración sólo corresponde al contenido de minerales disueltos en forma iónica en su agua.

Tener la misma medida antes y después de la filtración significa que las sales minerales no han sido retenidas, que es el principio mismo de la filtración Berkey®. Esta medida no afecta en absoluto a la eficacia de los filtros Black Berkey® y no es una prueba de mal funcionamiento de su sistema.

Si la medición es más alta después de la filtración, significa que los filtros no se han limpiado correctamente y que queda algo de polvo residual después del mecanizado de los filtros. Tenderá a disminuir con el tiempo.