La caliza es una forma de calcio llamada carbonato de calcio. Es rica en calcio pero también en magnesios disueltos (sales minerales indispensables para una buena salud). El calcio está presente de forma natural en el agua. Proviene del suelo por el que pasa el agua antes de ser bombeada y potabilizada. La piedra caliza es un elemento natural y el agua del grifo puede proporcionar hasta un 25% de la ingesta diaria de calcio. Entonces, ¿por qué eliminarlo?

¡Pues bien, los filtros Berkey® no lo eliminan! Las sales minerales se encuentran por lo tanto presentes en el agua filtrada, para su bienestar, a diferencia de los contaminantes, que sí son filtrados.

No obstante, si la cal se acumula en los depósitos debido a la presencia de agua muy dura, bastará con limpiarlos de vez en cuando con vinagre blanco y agua tibia, por ejemplo. En cuanto a los filtros, siguiendo las recomendaciones, se pueden frotar por fuera con una esponja suave o con scotch-Brite® para así limpiarlos y liberar los poros obstruidos.

El agua puede contener una serie de minerales en forma de iones disueltos, con carga negativa (aniones) o positiva (cationes). Esta forma iónica es asimilable por el cuerpo humano. Entre etos minerales, podemos citar el calcio (Ca++), los carbonatos (CO3--), los bicarbonatos (HCO3-), los cloruros (Cl-), el potasio (K+), el magnesio (Mg++), el sodio (Na+), los nitratos (NO3-) y los sulfatos (SO4--).

Los materiales contenidos en los elementos de purificación Black Berkey® no están diseñados para eliminar estos minerales beneficiosos (en forma iónica) del agua. Ciertamente puede producirse una reducción si están altamente concentrados, pero la mayoría de ellos pasarán a través de los filtros y terminarán en el agua filtrada.

Si aun teniendo lo dicho en cuenta, desea añadir minerales suplementarios a su agua, le recomendamos que utilice aditivos líquidos y los incorpore en la cámara inferior de su sistema Berkey® para que evitar que se reduzca la concentración.

Por último, a menudo nos preguntan cuál es la tasa de residuos secos después de la filtración. La respuesta es sencilla: si se entiende que la concentración de minerales es la misma antes y después de la filtración, la tasa de residuos secos también es la misma y depende totalmente del agua que se filtre.