En los últimos años, la cuestión de los microplásticos ha suscitado una preocupación creciente, tanto desde el punto de vista medioambiental como sanitario. Estas partículas microscópicas están por todas partes: en nuestros mares y océanos, en los alimentos que comemos, pero también en el agua que bebemos. El problema afecta también al agua potable distribuida por las redes domésticas. Pero, ¿qué sabemos realmente de estos contaminantes invisibles?
¿Qué son los microplásticos?
Los microplásticos son fragmentos de plástico de menos de 5 milímetros. Se clasifican en dos categorías principales:
- Microplásticos primarios, diseñados desde el principio para ser diminutos, como las microperlas que se encuentran en algunos productos cosméticos.
- Microplásticos secundarios, resultantes de la fragmentación de piezas de plástico más grandes sometidas al desgaste, la luz solar u otros factores ambientales.
Su presencia en el medio ambiente, incluidos los recursos hídricos, es motivo de preocupación por su resistencia a la degradación y su capacidad para acumularse en los ecosistemas.
¿Por qué hay microplásticos en el agua del grifo?
Los microplásticos se encuentran en el agua potable por diversas razones:
- Microfibras textiles: Cuando se lava la ropa sintética (poliéster, nailon), miles de microfibras se desprenden y pasan a las aguas residuales. Las depuradoras son incapaces de filtrarlas completamente, por lo que estas partículas llegan a los ríos y a las aguas subterráneas.
- Degradación de los residuos plásticos: Los residuos plásticos abandonados en la naturaleza se degradan con el tiempo, produciendo partículas finas que contaminan los recursos hídricos a través de la escorrentía.
- Infraestructura envejecida: Los sistemas de distribución de agua, como las tuberías de PVC, también pueden liberar microplásticos.
Las microfibras de los textiles son una de las principales fuentes de contaminación, y eliminarlas sigue siendo un reto para los actuales sistemas de tratamiento del agua.
¿Cuáles son los efectos de los microplásticos sobre la salud?
Aunque la investigación aún está en curso, están surgiendo varias preocupaciones:
- Riesgo químico: Los microplásticos pueden llevar adsorbidas sustancias químicas o contaminantes, que pueden representar un peligro para el organismo.
- Alteraciones hormonales: Algunos plásticos contienen compuestos como el bisfenol A (BPA) o los ftalatos, que alteran el sistema endocrino.
- Efectos mecánicos: La ingestión de partículas sólidas podría causar inflamación o efectos secundarios que aún no se conocen bien.
¿Es el agua embotellada una alternativa mejor?
Mucha gente piensa que el agua embotellada es una alternativa más segura. Sin embargo, los estudios demuestran que a menudo contiene tantos microplásticos, o incluso más, que el agua del grifo.
- Las botellas y tapones de plástico liberan partículas durante el proceso de fabricación, almacenamiento o bajo el efecto del calor.
- El agua embotellada tampoco está exenta de otros contaminantes químicos, como los ftalatos y el BPA.
- Por último, beber agua embotellada contribuye al problema mundial de la contaminación por plástico, agravando el ciclo de contaminación por microplásticos.
Cómo eliminar los microplásticos del agua potable
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