El selenio, pese a ser esencial para nuestra salud, debe ser absorbido en cantidades infinitesimales. El agua corriente a veces contiene una concentración demasiado alta de selenio, con efectos desconocidos. Se trata de un fenómeno preocupante a nivel mundial. Este artículo ahonda en este tipo de contaminación.
El selenio es un potente antioxidante, perteneciente al grupo de oligoelementos vitales para nuestro organismo. Ayuda a prevenir el desarrollo de ciertos cánceres o enfermedades cardíacas y también a combatir el colesterol o la osteoartritis.
Pero si bien resulta indispensable en forma de trazas, no ocurre lo mismo cuando aumenta su concentración . A escala europea, su límite de potabilidad está fijado en 10 microgramos por litro. Se trata de un criterio preventivo y es difícil establecer un valor más preciso porque hay relativamente pocos estudios epidemiológicos. No obstante, lo que sí sabemos, es que en dosis más altas el selenio es tóxico.
Un biólogo estadounidense estudió durante veinte años la desaparición de peces en el lago Belews, en Carolina del Norte, que se halla junto a una central eléctrica de carbón. Estos peces comenzaron muy pronto a presentar importantes malformaciones en diferentes partes del cuerpo (esqueleto, cabeza, ojos...). En unos pocos años desapareció un 95% de la especie y más de veinte años después, todavía se encuentran concentraciones significativas de selenio en los sedimentos y en la cadena alimenticia de los peces supervivientes...
La contaminación por selenio es insidiosa porque no produce mortalidad repentina y a menudo pasa desapercibida. Es un contaminante geogénico, es decir, presente de forma natural en la roca y que pasa al agua durante las perforaciones realizadas para la captación de agua. Además, es un indicador que pone de relieve el uso de acuíferos demasiado profundos. Y esta es, por desgracia una tendencia actual. De hecho, para protegerse mejor de la creciente contaminación de la superficie, la tendencia es perforar cada vez a más profundidad.
Otra fuente de esta contaminación podría ser industrial o agrícola. El almacenamiento de residuos basados en el carbón quemado podría contribuir, por lixiviación, o sea, a la contaminación por selenio. En la agricultura, la dispersión de los lodos residuales o el uso de fertilizantes ricos en selenio podría ser la fuente de una importante contaminación.
La contaminación por selenio es un fenómeno mundial y la contaminación por selenio de los medios acuáticos está tan extendida en las ciudades como en el campo, en las mesetas, y desde los bosques más recónditos hasta los casquetes polares. Los análisis rque se llevan a cabo en entornos naturales suelen centrarse en los contaminantes más comunes y prioritarios, y esto es algo que pasa por alto el hecho de que la contaminación por selenio puede plantear riesgos muy importantes a largo plazo para los hábitats acuáticos y los recursos pesqueros. La preocupación de los biólogos sobre este contaminante es importante porque una vez que el medio ambiente natural se contamina con selenio, se produce una cascada de eventos de bioacumulación que hacen casi imposible intervenir después del hecho.
A la espera de la llegada de una verdadera gestión de riesgos basada en los objetivos de calidad del agua para prevenir al máximo los impactos biológicos, se pueden utilizar los sistemas de purificación de agua Berkey® que, con la ayuda de sus filtros Black Berkey®, eliminan más del 99,9% del selenio contenido en el agua, según lo certifican los análisis realizados por un laboratorio independiente.