El agua es un elemento esencial para la vida. No podemos prescindir de ella. Y aún así, actualmente abundan las contaminaciones, casi de forma sistemática. Después de los ríos y las aguas freáticas, ahora es el agua del fondo de los océanos la que está contaminada. Incluso aquellas que están muy alejadas de la Antártida y el Ártico. Somos conscientes de la contaminación química, bacteriológica y medicamentosa. Pero ¿sabe usted que eciste una forma de contaminación que es igual de peligrosa y sin embargo mucho menos conocida? En el siguiente artículo, le contamos lo que sucede con la contaminación radiactiva del agua y la presencia de contaminantes radiológicos...
La radiación ionizante es peligrosa para los organismos vivos, ya sean naturales o artificiales. Aunque todos estamos expuestos a la radiactividad natural, normalmente es escasa y procede de la descomposición radiactiva de los elementos de la corteza terrestre o de la atmósfera o de los rayos cósmicos.
Se han hecho numerosos estudios para establecer los efectos de la radiación sobre la salud y, en particular, los efectos biológicos de la exposición a la radiación en el agua.
Cuando el agua es natural, esta radiactividad del agua es baja. No obstante, su concentración sigue siendo variable, dependiendo en gran medida de la composición radioquímica de la roca y del subsuelo por el que ha pasado.
Pero otras fuentes artificiales presentan un peligro mucho mayor, y esta contaminación se difunde no sólo en el aire, sino también en el agua. Y nuestra agua corriente no está a salvo. Chernóbil, Fukushima, ¿cómo no pensar en las fugas que van a parar a los océanos y ríos?
Varios accidentes "menores" en Europa han provocado fugas de tritio (hidrógeno radiactivo liberado por las centrales nucleares) en las aguas subterráneas y superficiales. Pese a que no han superado la concentración establecida por las autoridades sanitarias, el hecho de que esta contaminación se encuentre en el agua potable no es tranquilizador y, sobre todo, es ciertamente indicativa de la contaminación por otros elementos radiactivos a niveles de concentración mucho más elevados.
En el agua corriente, los estudios han demostrado que los emisores alfa naturales (radiación causada por la desintegración radiactiva con la eyección de una partícula alfa), como el radio 226 (isótopo del radio, producido por la desintegración del uranio 238 utilizado en las centrales nucleares) o 228, pueden ser la fuente de radiación perjudicial para los seres humanos, entre otras cosas para los tejidos o el esqueleto.
El radio-228 se desintegra con la emisión beta (se trata de tipo de desintegración radiactiva con emisión de electrones o positrones).
Los filtros Berkey®, como demuestran los resultados de los análisis publicados en nuestro sitio, reducen significativamente los elementos alfa et los elementos beta , y también el uranio .
A la eficacia probada de los filtros Berkey® contra todos los contaminantes químicos, bacterianos y medicinales, se añade el hecho de que el sistema de filtración de agua Berkey® es una forma eficaz de eliminar los contaminantes radiológicos del agua.
